Es un problema que afecta a una gran cantidad de la población, y en nuestras Residencias Geriátricas lo vemos a diario: la gran mayoría de nuestros usuarios precisan algún elemento para la contención de orina, porque presentan algún tipo de incontinencia.
Nuestra labor, es proporcionar los mejores cuidados a nuestros residentes, sin dejar de lado algo tan importante como es el tema del que tratamos hoy, dado que es una condición patológica que les afecta y les repercute en su calidad de vida.
¿QUE ES LA INCONTINENCIA?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como: “la perdida involuntaria de orina que condiciona un problema higiénico y/o social, y que puede demostrarse objetivamente”.
La International Continence Society (ICS) la define como: «queja o molestia derivada de cualquier escape involuntario de
orina».
Es una condición patológica, que tiene una alta frecuencia en la población, y que afecta tanto a hombres como mujeres, y en todas las etapas de la vida. Hay estimaciones que dicen que en nuestro país hay unos seis millones de afectados, cerca del 16,7% de la población, siendo el porcentaje de mujeres las más afectadas con un 23,6%, frente al 9,6% de los varones.
La incontinencia urinaria está considerada como uno de los grandes Síndromes Geriátricos
CAUSAS DE LA INCONTINENCIA URINARIA
Hay bastantes causas que pueden producir incontinencia urinaria (IU). Algunas de ellas, pueden ser causas temporales (una infección de orina, efectos secundarios de algunos medicamentos…) y otras más prolongadas en el tiempo, o causas crónicas (debilidad de los músculos de la pelvis, falta de contracción de la vejiga, problemas en la contracción de esfínteres…).
Además de estas causas, hay otra serie de factores que afectan, especialmente, a las personas de edad más avanzada, que van a hacer que tengan una mayor predisposición de padecer incontinencia: deterioro cognitivo, deterioro de la movilidad, haber sufrido un ictus, problemas neurológicos, caídas…
TIPOS DE INCONTINENCIA
Desde un punto de vista sintomático, la incontinencia se puede clasificar en:
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
Como cualquier otro problema de salud, siempre tiene que venir diagnosticado por un médico, que será el profesional que nos recomendará las medidas terapéuticas que tendremos que aplicar para corregir, en la medida de lo posible, el problema de la incontinencia.
El médico realizará una serie de pruebas, para diagnosticar el tipo de incontinencia urinaria que podemos estar teniendo, y aplicará las medidas más adecuadas a cada persona.
El principal objetivo que nos planteamos ante esta situación, es la mejora en la calidad de vida de nuestros residentes.
Para decidir el tratamiento más adecuado, se deberá valorar además del tipo de Incontinencia, las posibles enfermedades asociadas, la repercusión de la Incontinencia, la preferencia del residente, la aplicabilidad del tratamiento y el balance entre los beneficios/riesgos de cada acción.
Como norma general, se sigue un tratamiento escalonado, primero con tratamientos poco invasivos y como último recurso un tratamiento mucho más especializado: