Esta carta va dirigida a todas aquellas personas que se encuentran en la difícil situación de tener que llevar a sus seres queridos a una Residencia. Esta situación es dolorosa, suele ocurrir que el mayor este ingresado en el hospital y cuando le den el alta no pueda regresar a su casa; que su demencia vaya evolucionando, también que debido a sus enfermedades haya ido empeorando en un breve periodo de tiempo. Todos nos cuentan situaciones similares:
-¡Cómo voy a llevar a mi madre a una Residencia!
-¡Estoy trabajando y no puedo atenderlo como se merece!
-Vive solo y tiene muchos olvidos, se deja abierto el gas, se olvida de tomar la medicación, tengo dudas de si ha comido…
-Mi padre no quiere salir de su casa.
-¡Lo encontré desvanecido en su casa!!
-Hasta hace una semana era completamente independiente, pero ahora no sabemos que vamos hacer, hay que darle de comer, llevarlo al baño,…
Hay que añadir que esta decisión hay que tomarla por lo general de una forma precipitada por las circunstancias. Esta situación suele ocasionar que la familia se sienta culpable, que piensen que abandonan al mayor. Desasosiego, miedo, angustia e inseguridad son sentimientos comunes y normales.
Tanto los días previos al ingreso como los de adaptación al Centro son difíciles para ambos, pero una vez depositada la confianza en el equipo de profesionales y al ver que el mayor se encuentra bien y recibe atenciones que en casa hubiesen sido imposibles, estos sentimientos van remitiendo.
En Residencias Los MAIZALES llevamos más de 15 años trabajando con personas mayores y en nuestro día a día vivimos de primera mano estas situaciones, por eso hemos hecho de nuestros Centros, lugares donde sentirse como en casa, con personas a su servicio que les proporcionan las atenciones y cuidados que ellos necesitan.
Queremos conseguir la confianza y satisfacción de todos nuestros Residentes y la tranquilidad de sus familiares al saber que están en buenas manos. Os invitamos a que conozcáis personalmente nuestras Residencias
Directora de Centros